La naturalidad son unos rizos no definidos, llamarte para gritarte que es viernes a sabiendas que no responderás.
Ese bailecito que te marcas al salir de la ducha y que niegas cuando te pillan.
Alargar el camino de vuelta a casa "por si acaso" -por si acaso te veo-, mancharte justo antes de salir de casa y pensar que no se nota...
La naturalidad no habla de filtros ni de coreografías ensayadas, simplemente está.
Está ahí adentro esperando a que la saques a bailar.
Porque todos tenemos una.
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